marzo 31, 2010

Artículos sobre los ebooks

Artículo sobre los ebooks: El Cultural.es (el enlace del artículo es cortesía de Ramón)



Me gusta el artículo, no veo más que ciegos intentando dar palos a diestro y siniestro... El ebook o libro electrónico ya hace tiempo que circula, tanto en América como en Japón; aquí en España, se conoce que no ha podido evitarse por más tiempo el desembarco. Internet, Internet y la piratería; parece como si no hubiese más opciones. La informática ha puesto al alcance de la mano y al instante cualquier libro que se le antoje al lector; los autores de hoy, no sólo compiten con la Historia; además, se encuentran con los caprichos del lector. Éste, se reparte en multitud de posibilidades, entre las que está convertirse en autor aficionado mediante las ventanas o blogs esparcidos por todo el ciberespacio. Antes había que desplazarse, cada poco tiempo, a una librería para mantener el ritmo de lectura; y ante la imposibilidad de abarcar todo lo escrito, había que conformarse con el márquetin o los consejos de los entendidos -llámeseles editores, libreros o el  mal expresado "boca a boca"-; hoy nadie da abasto, ni lectores, ni autores. Por lo menos a mí, me cuesta una barbaridad sacar tiempo para leer un libro; perdido en las numerosas posibilidades, hasta la curiosidad me resulta agotadora. De la ilusión que me causaba entrar en una librería, he pasado a casi sentir repulsa al verla. Aún así, intento disfrutar de la lectura, me da igual de dónde proceda ésta; es más, a veces, la lectura de un blog, de un autor aficionado, me produce tanto o más satisfacción que una novela encumbrada.

Creo que rondan los setenta u ochenta mil libros impresos por año, malamente consigo darme cuenta de una docena; leer, con suerte, a lo mejor dos o tres novedades. Si esto lo puedo considerar como un lector normal, aún siendo buenos, sobran más allá de la mitad de los libros publicados; y por desgracia, dar con uno que merezca la pena es más difícil que acertar la primitiva.

El negocio, supongo que continuará igual, con o sin piratería, el dinero acabará en manos de los de siempre. El resto de autores, que también será la mayoría, tendrá que buscarse las habas, más o menos, como hasta ahora. La única diferencia, es que podrán acceder al público en general con mayor facilidad, sin intermediarios; pero a la vez, sin fama ni emolumentos compensatorios. A los menos les levantarán estatuas, siempre y cuando aplaudan al sistema; si no, elegirán a los que más les convengan entre los autores ya fallecidos; el resto, será eso: un resto, anónimo; salvo para ese lector, también anónimo.

Libro de papel o libro electrónico, supongo que para la obra, el arte en sí misma, dará lo mismo; si acaso, se libraran muchos árboles de convertirse en celulosa. Y al lector, si se le puede aconsejar, decirle que continúe buscando y leyendo bajo su propio criterio y lo más barato posible(mejor gratis, si puede); sea en una lectura o en otra, encontrará la que le satisfaga.

Yo todavía no he comprado el ebook, aunque tengo intenciones de hacerlo; estoy esperando a que sea más barato.

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marzo 23, 2010

Reformas...



Cuidado, entrar con cuidado, el blog está en reformas y ni yo mismo sé cómo acabará... A ver si con la puesta patas arriba ayuda a tomar carrerilla y volvemos de nuevo a la "normalidad".



Mientras tanto, bikiños.
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marzo 17, 2010

Te quise...


En este tiempo de espera, dedicado a la absoluta vagancia (siendo vago, nunca creí que se pudiera ser tanto), guardé papel y lápiz -y la musa con ellos- y me dediqué a hacer de escritor. Es decir, nada de nada; que -según dicen-, son los principios del oficio. Abandonado a esa deriva, me dejé atrapar por la curiosidad, tonta y desinteresada, que lleva a perderse en los lugares más insospechados. En el abrir y cerrar puertas, curioseando por el disco duro, me encontré con este texto en la carpeta Tintero, (lugar donde empiezan nuevas ilusiones -y acaban viejos desengaños-; es decir, los intentos de escribir). Ni siquiera tenía título, aparecía guardado con frase y media, por lo menos, como los suele guardar Word cuando no se les da nombre (creo que eso fue lo que me llevó verlo), y al leerlo me sorprendí. No lo reconocía. Aunque estaba en la carpeta Tintero, donde guardo los archivos que escribo yo, no me sonaba en absoluto. Si fui yo quien lo escribió, a saber cuándo y por qué; también cabe la posibilidad de que se trate de algún ejercicio del taller, la parte de un texto para trabajar con él... No lo sé.  Al fin y al cabo, eso es lo de menos; la razón de porqué lo subo es para preguntaros si a vosotros os ha sucedido algo así; encontrarse con un texto, casi con toda probabilidad de uno mismo, y no reconocerlo.

Intentaré recompensar vuestros comentarios más adelante, cuando termine de recuperarme (otra muy posible causa de esta anécdota). Gracias y bikiños a montones.
     
El dichoso texto (advierto que modifiqué -corregí- algunas cosas, por si se diera el caso de que no nació precisamente en la carpeta Tintero. También añado una imagen bajada de Internet para crear ambiente):

"Te quise. Te amé con la desesperación de un hambriento. Apareciste en silencio, como un barco sin motor; un barco de vela. Llegaste con el viento, ondeando el trapo. Te quise. Te amé sin temor y sin juicio. Me cautivaste con el sigilo de la brisa; en medio de un mar en calma, entre susurros y suspiros. Te quise. Te amé hasta el tormento. Eras una parte de mí que había perdido y que no he vuelto a encontrar desde que te conocí. Te quise, nací queriéndote. Esa sonrisa tuya, que abre las puertas del cielo. Te quise. Y te quiero con la vehemencia de una tempestad. Te quise y te continuaré queriendo; quizá porque algo en mí necesite del azar de los sueños o, tal vez, sólo se trate de ausencia. El vacío que dejará tu partida se agranda cuando te acercas."

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marzo 08, 2010

Feliz día


 
Feliz día. Feliz día..., hora y cada instante de vuestras vidas. Abuela, madre, esposa, hija, amiga o amante nunca he dejado de admirarte; no, para vivir necesito alimentarme de vuestra sonrisa a diario. Sé que no es posible, a veces hasta me dais palos; pero, incluso así, con mis miedos, mujer te sigo amando. Feliz día mujer, así,  mujer, sin el trabajo añadido. Porque no creo que el trabajo sea un bien para nadie, al contrario nos esclaviza.

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