junio 29, 2009

Cerrado por vacaciones


Unos días ¿vale?, necesito un tiempo para helados y refrescos...

Bikiños e apertas
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junio 27, 2009

El despertar de la nevera



Odio el queso y el pescado, me deprime que abran la puerta y se tapen las narices de asco. Más a primeras horas de la mañana, cuando se levanta el mayor de la familia. Abre, mira, con mala cara, y cierra. ¿Qué le voy hacer?, los restos del San Juan, las dichosas sardinas, ¿por qué siempre compran más de la cuenta? Da vueltas por la cocina, un cazo por aquí, una taza por allá; el mechero de la cocina está en el estante de siempre; pero hombre, el fuego se abre para la derecha. De nuevo viene y abre la puerta, mira, con mala cara, muy mala cara y cierra. Da media vuelta y se va; no, no se va, vuelve y abre de nuevo. Ahí, en la puerta, la leche está en la puerta, ¿qué coño miras dentro? Saca las sardinas y vuélvelas al mar, el queso manchego, si lo tiras rodando quizá llegue a La Mancha; pero deja ya de abrir y cerrar como si yo fuese un abanico.

Antes que el padre se despierte del todo, antes de que derrame la leche y me ponga perdida, como ocurre cuando la encuentra, aparece la madre para darle sentido a la cocina y dejarme a mí en paz. Todos los días me revisa, me cuida y procura que mi aliento no espante a los muertos. Un alivio que los fines de semana dura varias horas. Hoy fue la hija la siguiente y ésta no suele molestarme, apenas el tiempo de sacar la botella del zumo y guardarla de nuevo; ¡cuánto me gustan las botellas!, no ensucian, no huelen y si son de plástico, además de agradecidas, apenas pesan. Tan sólo falta el “play boy”; éste me dejará abierta de par en par, sin que le importe lo más mínimo mis sofocos; con él se me derriten hasta los cubitos de hielo. Menos mal que, antes o después, la voz de mi protectora se oye por toda la casa: ¡la nevera, otra vez habéis dejado la puerta de la nevera abierta!
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junio 24, 2009

La hija del cónsul


Extraer y subir mis impresiones al blog de “La hija del cónsul” es hablar de una paisana y, lo más complicado, también amiga. De algún modo, lo preconcebido se impone y, ¡ay!, sorpresa. Abrir el libro y encontrarse en un mundo más propio de “Las mil y una noches”, contemplando a una Sherezade, se transforma en un viaje del todo inesperado. Bien, una gallega, para más señas ferrolana, comienza a envolverte con sedas de la India o de Egipto, lujos exóticos; palabras especiadas, fragancias del zoco, ¿dónde nuestra Galicia, dónde lo esperado? Existe, claro que existe, como contraste; pero ahí está, letra a letra, renglón a renglón. Es un combate, un combate más en la guerra del amor; una batalla más que éste gana. Sensualidad, mostrada a través de suspiros que mantienen las sedas agitándose al viento; un romanticismo único de dos mundos separados, apenas, por un Estrecho. Es, en resumen, una caricia; la caricia de un Diente de León, que a lo largo del relato va esparciendo sus semillas.

Fácilmente pasan desapercibidas una sexualidad que ni se esconde detrás de un pantallazo censurador, ni en una exhibición pornográfica que convierte los deseos en vicios. El amor es así, desnudo y generoso, tal cual lo muestra Teresa. Ahora bien, entre Elena, la protagonista, y Jacinta, una concubina del harén, las dos nos dejan abierta, de par en par, una puerta que ni los suspiros son capaces de esconder. O quizá no sea más que mi manera de leer, siempre buscando, detrás de una luz que sacie la curiosidad. Ganó el amor, si no el de la pobre Jacinta, si el de la hermosa Elena; esta no era la guerra de su hermana, a Mercedes aún le espera su batalla.

¿Qué decir de la autora? Felicidades Raúl.



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junio 21, 2009

Taller de Vigo

Primer taller presencial con El Desván de la Memoria, primer contacto con un entrañable grupo de gente, emocionante y emotivo; uno a uno o todo el grupo: inolvidable. Echamos, eché mucho de menos a los que no han podido venir, pero la ilusión de conoceros se vuelto más viva si cabe.

Por encima de todo, se impuso la "queimada":


El profe...



La aprendiz de meiga...




Y nuestra experta meiga, que hasta de Madrid toman nota...


Se hablará de Vigo, de momento, los deseos de un feliz viaje de regreso y un recuerdo para toda la vida.

Bikiños e apertas
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junio 17, 2009

Siete Rarezas

Siete Rarezas (porque sólo me han pedido siete)


Aunque nunca he subido los premios al blog, más que nada, quizá porque me cohíben e intimidan; no me gusta elegir y mucho menos entre las amistades; sí me siento muy agradecido con aquellos que de un modo u otro se acuerdan de mí. Sé quienes me los han concedido y los tengo anotados en un archivo personal y en el corazón; tanto los premios como quienes me los entregaron. Por eso tampoco no he subido al blog el que me ha entregado Tag, pero, sí incluyo la confesión de las siete rarezas con toda la alegría del mundo.

Primera: Por lo general, estoy en varias cosas al mismo tiempo: portatil, libro y tele o periódico..., con todos y ninguno a la vez; coche, recado, planes a medio o a largo plazo, más que por donde voy conduciendo en ese momento; me hablan y contesto con la mente a kilómetros, días o años de distancia, pero en la mayoría de las ocasiones ya no sólo no me entero de lo que me hablan, sino que tampoco sé lo que contesto, etc., etc., etc,... Sobra decir que vivo en un constante despiste; desde olvidarme del volante al ir conduciendo a ir al cajero a sacer dinero y dejarlo allí; eso de salir de casa a un sitio determinado y aparcer en otro sin saber cómo es mi día a día.

Segunda: También puede ser todo lo contrario que la primera; soy capaz de aislarme a leer a escribir o jugar al ajedrez en una despedida de soltero, y de soltera si es preciso, y sorprenderme de dónde estoy, como si acabar de despertar.

Tercera: Duermo mucho, muchísimo; veinticuatro horas de un tirón, incluso algunas más ya he dormido. Y no soy fácil de despertar, ya no es la primera vez que se quema el timbre porque los de casa olvidaron la llaves. Por otro lado, puedo pasar noches en vela sin el menor esfuerzo.

Cuarta: Me gusta estar sólo, ya me gustaba de niño, sobre todo de noche; subir la monte o a lugares altos para contemplar desde allí el entorno, sus gentes o e cielo y las estrellas, si el suelo no se ve. Eso no excluye las reuniones con los amigos y gente querida, me encantan las juergas y parrandas.

Quinta: Donde más me gusta leer y escribir es en el bar y acompañado de un café o carajillo mucho mejor. Para profundizar en los temas e ideas prefiero elegir esos momentos de convivencia conmigo mismo.

Sexta: Me gusta mucho debatir y conversar sobre temas filosóficos y todo aquello que concierne a la persona, cuanto mayor sea el grupo y más variopinto mejor que mejor. En cambio el fútbol, o cualquier otro deporte, me gusta verlo sólo, cerrar puertas, apagar luces y a veces hasta la voz de los comentaristas y presentadores.

Séptima: No soy muy partidario de los éxitos individuales, victorias, premios o cualquier otro evento en el que para destacar a un ganador, sea necesario que existan perdedores. Me parece un muy mal negocio, tanto económico como emocional, si para que existan un vencedor se precisa que los demás sean perdedores, el resultado me parece desastroso; a mi entender no compensa la alegría de uno las tristezas de muchos.

Ahí van siete, pero quedan muchas más.... :)
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junio 08, 2009

Sábados de Mercedes: Mi amor, mi primer amor...


Amig@s, se acerca el final del recorrido, espero que os haya resultado tan placentero y gratificante como a mí. Por favor, no olvidarse del equipaje, ni de volver por aquí; estaré esperando con los brazos abiertos. Bajar cuando el bus se haya detenido del todo; de uno en uno, sin atascarse en el pasillo y buen fin de semana.

Muchas gracias a todos

Antes irse, no olvidarse de tomar un trago a la salud de Antonio, mí segundo nombre y por el que me han llamado siempre mis padres.



Gracias, Mercedes


SÁBADOS DE MERCEDES





Carta a nuestro primer amor, quien no lo recuerde que se lo invente.

Este Sábado de Mercedes el bus parte de Coruña, un bus epistolar con el que recorreremos el mundo en busca de cartas de amor, cartas que le vamos a escribir a nuestro primer amor, bien para confesárselo porque en aquellos momentos no fuimos capaces o para recordárselo y recordarlo nosotros.


Mi amor, mi primer amor:

Bases:
Relato, en este caso carta, con no más de 300 palabras; que se ha de mantener en la portada del blog, las 24 horas del Sábado día 13. Para subir al bus es necesario sacar billete, es decir, comunicarme la dirección del blog para adjudicarle asiento.


BUS EN MARCHA
(Se añadirán cuantos asientos sean necesarios,
que nadie se quede en tierra)


Pulsar sobre los nombres resaltados para enlazar con los blogs que participan en los Sábados de Mercedes.

.....................
32)..................31) Susagna ..........30) yonki ......29) Susana

.....................


.....................
.....................
20) Carol........19) Ardilla Roja.....18) Mon .....17) Teresa

.
..................
16) Maat .....15) Alfredo ........14) RitiWoman ...13) Mar ...

..................
12) Tésalo......11) Any ............ 10) Sara ...... 9)Balamgo

...................
8) Neogeminis.7) Aura Yols ........ 6) Tag ........ 5) Casandra

...................
4) Natàlia ........3) Carmina ......... 2) Celia .... 1) Gustavo


.............................
......... Guía: Mercedes ............. Conductor: XoseAntón

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Mi primer amor

Mi primer amor…, ¡cuánto tiempo!, y tan sólo fue eso: mi amor, mi primer amor; mío en exclusiva, sin reciprocidad. Ella, ahora tú, no lo supo, afortunadamente; al menos por lo que yo haya dicho, no deberías saber nada. Pobrecillo; diez, once años; demasiado pronto para crecer. Aunque la verdad, no fui el único; creo que la clase completa, o eso me parecía, aprendió antes de tiempo una lección más que intensiva. ¿Tres?, ¿cuatro meses?, más no duró la sustitución, aunque desde aquí parezcan toda la vida. Te presentaste por sorpresa, con la velocidad de una flecha, a traición, y desapareciste en un abrir y cerrar de ojos; despacio, muy despacio, como el dolor. Fíjate, ni siquiera lo reconocí, tardé bastante en comprenderlo, en darme cuenta que se llamaba amor.

Ni siquiera me gustabas, aunque todos necesitáramos aprender nuevos adjetivos para estar a la altura de tu belleza; no, no me gustabas ni eso me importaba. No eras buena, ni justa; no eras comprensiva ni tolerante. Te odié mientras estuviste con nosotros, creía que te odiaba.

Y todo por oír una conversación que no debía. En la mesa de al lado dos alumnos mayores (por aquel entonces, en las escuelas de pueblo, en una misma clase se daban todos los cursos), hablaban en voz baja de cómo verte las piernas. Ni lo pensé, salvo en lengua, iba sobrado en casi todo, sin miedo a responder y muchos menos a preguntar. Dejé caer el lápiz y me agaché a recogerlo tal cual las instrucciones.

Algo cambió allí debajo, porque se quedó el niño que, excepto los recuerdos, nunca volvió a salir; crecí deprisa hasta darme contra la mesa por culpa del atragantamiento. Tú dijiste que no se comían chicles en clase y me recetaste dos reglazos en los dedos. Pero no decías la verdad, ni eso; si me atraganté fue porque a punto estuvo de salírseme el corazón por la boca.

Dejaron de gustarme las compañeras de clase, jugar a los médicos y a los papás, comenzaste a invadir mi mente como aceite pegajoso. Si antes te odiaba, ahora mucho más; me dolía hasta cuando a los demás los aprobabas con buenas notas. Me esforcé más que nunca para impresionarte con unos resultados que encogían como el algodón barato. Y cuando estaba dispuesto a confesar, decirte el animal que me devoraba por dentro, aparece el dibujo de una mujer desnuda entre los de octavo, ¡qué dolor!, vaya bofetadas se llevó el que se atrevió a pintarte.

Cuatro meses y dos besos, uno en cada mejilla antes de marcharte; los únicos, a ningún otro se los diste, me costó aprender una lección que jamás olvidaré. Fuiste, mala, entrañablemente mala.

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junio 05, 2009

Sábados de Mercedes: Cinco razones para callar



Cinco razones para callar:

1) La palabra es uno de nuestros mayores tesoros, no hemos de malgastarla con quien no sabe escuchar; callemos.

2) Un proverbio árabe dice algo así: “si al hablar no se mejora el silencio es mejor no decir nada”. Y salvo que éste, el silencio, se convierta en el peor de los ruidos; callemos.

3) Pensemos que si no es importante para nosotros lo que vamos a decir, menos lo es para quien nos escucha. No malgastemos su tiempo, ni su paciencia; callemos.

4) El silencio nos aísla y protege; al callar nos escondemos.

5) Si hablando no se nos oye, menos nos escuchan a gritos; callemos.

Cuando el miedo procede del interior gritamos y cuando viene del exterior guardamos silencio; es por eso que al hablar mostramos nuestras debilidades y callados nos convertimos en invisibles. Siempre que no suponga sumisión, encontraremos en el silencio un importante aliado, dispuesto a acudir en nuestra ayuda de una manera desinteresada.

¡¡¡Qué guapo sería si estuviese callado!!!


¡¡¡Schhhhhhhhhh!!!



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