marzo 28, 2009
Sábados Literarios: La primera vez que...
marzo 21, 2009
Sábados Literarios: Buenas noticias (artículo de La Voz de Galicia)
Cholo, el perro adoptado por el pueblo de Portosín, acude a misa casi a diario
La publicación de este enlace está pendiente de que La Voz de Galicia S.A. confirme su autorización. En caso contrario sería retirado de inmediato.
marzo 19, 2009
"Xosé" y "Papá", como si los dos fuesen uno, se van de fiesta...
¡Estamos todos invitados!
¡¡¡Apertas e bikiños!!!
marzo 13, 2009
Sábados Literarios: Ofertas
OFERTAS
Se vende ataúd de segunda mano, buen estado, económico. Cementerio Municipal, horario noche, preguntar por el fantasma calvo.
marzo 07, 2009
Sábados Literarios: Cancâo do mar
ME ACUERDO DE una “portuguesiña” que me sorprendió mirando al mar. Una voz suave, melodiosa, se acercaba a los acantilados para romper en un grito. Un estruendo que vestía las piedras de blanco. Las notas se perdían entre las grietas y se descolgaban como las olas hasta unirse en un manto que se extendía y retiraba acariciando la arena y los sentidos. Cuando parecía callada, volvía y explosionaba desgarradora. Un lamento de burbujas que se licuaba lágrima a lágrima, parecían llorarlo las rocas, y se iba; se alejaba como si quisiera arrastrarnos con él. Callaba y renacía con un aullido atronador.
Si no conociese el mar diría que en Portugal cantaba, cantaba con voz de mujer y lloraba cantando. Pero eso era imposible. Me asomé al borde del acantilado para ojear la pequeña cala y allí estaba la “portuguesiña”. Paseaba descalza, vestida con una túnica blanca, sus huellas se iban como su voz, al retirarse las olas. Y surgían bajo sus pies estampadas; como el mar cuando se batía.
Volví a la mañana siguiente, con la ilusión de oírla de nuevo, y ella y el mar también volvieron. Varios días, hasta que la sirena portuguesa me descubrió a mí; al verme calló. Calló y se fue, se alejó silenciosa, sinuosa; ondulante como su vestido blanco.
Dediqué más de la mitad las vacaciones a espiar entre las piedras, escondido, con la esperanza de que volviese la “portuguesiña”. Deseaba oírla cantar, deseaba batirme y rugir como el mar; pero las olas se iban y volvían, volvían una y otra vez, cada mañana, de vacío.
Mi estancia en Portugal se agotaba, se iba también con los días, como ese viento que arrastraba el océano, inmenso como la tristeza que comenzaba a devorarme por dentro. Se batió el mar, explotó y mis ojos burbujearon al no oírlo cantar. Desconsolado, despacio, me levanté del escondrijo y di la vuelta con los ojos cerrados; que allí el llorar es canto.
Cuando los abrí, una melena negra sobre un vestido blanco y una sonrisa me extendían la mano con una nota. Agarré el papel fuerte, muy fuerte; como si en aquel momento las olas me golpeasen a mí por dentro.
Lo desenvolví, impaciente, antes de que el océano se estrellase de nuevo en los peñascos.
“Si vostede gosta do mar, gosta do fado”
“Cancâo do mar”
Sin verme, se que me brillaban los ojos cuando levanté la vista, pero ya las olas se alejaban por la arena cantando, suaves, livianas, entre sonrisas; las suyas y las mías.
Un nuevo batir del mar gritó:
—¡Papá! —y me volví a mi mundo, mi realidad—, nos tenemos que ir, dice mamá que aún faltan regalos por comprar.
—Voy, hijo, voy…
—¿Estás llorando?
—No, hombre no; la brisa y el agua salada…
marzo 04, 2009
Diversiones del Taller: Posología
MATAR EL TIEMPO
COMPOSICIÓN
MATAR: (Verbo) Hacer algo para no hacer nada.
EL: (Artículo determinado masculino “singular”) Son tantos los tiempos, tan variados, que alguno necesita ser único; singular.
TIEMPO: (Sustantivo abstracto, muy abstracto); ya lo explicó Einstein…
CONTENIDO DEL ENVASE
Nada, absolutamente nada; una disculpa para disimular el aburrimiento ante los demás.
INDICACIONES
Cuadros de aburrimiento, pereza, holgazanería, escaqueo; útil en las esperas de consulta médica de la Seguridad Social, los transportes públicos; indispensables para jubilados, parados y otras aves similares.
CONTRAINDICACIONES
Especialmente contraindicado para las amas de casa que trabajan fuera, para jornadas de más de diez hora de trabajo; incompatible con la alarma del despertador y con aquellos que llegan tarde a las citas.
PRECAUCIONES
En casos severos, si se opta por dispararle al reloj, asegurarse de acertar el en el blanco; no es lo mismo detener el tiempo que matarlo directamente. Otra opción menos lesiva, como puede ser matar moscas, mejor a cañonazos. Cuanto más complicado, más efectivo resulta, siempre que no sea fatigoso; agotarse por nada es tontería.
INTERACCIONES
Se ha de interrumpir la matanza antes de que otros nos obliguen a ello. Es aconsejable detenerse justo cuando aquellos que nos rodean comienzan a ponerse colorados, con la mirada amenazante o actitud desesperada. En caso de sobre dosis acuda con los afectados, por lo general quienes nos rodean, a un centro lúdico, invitarlos a un trago o contarles un chiste (imprescindible que éste sea gracioso).
POSOLOGÍA
Se recomienda ir de menos a más, hasta alcanzar la dosis adecuada; se requiere práctica. Comenzar matando el tiempo entre horas, entre una tarea y otra; hasta adquirir la habilidad apropiada. Olvidar los asuntos importantes es un buen indicio de tiempo muerto.