mayo 19, 2009

"La asesina de los ojos bondadosos"



Siento no haber podido acompañaros este sábado, no he podido subir al bus. Siempre me cuesta, el fin de semana son días dedicados a la familia y es un tiempo que no se puede negociar; si acaso robarle unos minutos aquí o allá, pero muy de vez en cuando. Agradezco todas las visitas y comentarios, no puedo evitar sentirme culpable por la incapacidad de estar a vuestra altura, pero al mismo tiempo también me siento entrañablemente más cerca de todos.


Continúo con el comentario: "La asesina de los ojos bondadosos"


No acostumbro a hablar en público de las lecturas y aún menos de los libros, razones de peso me apoyan; pero me quedo con la más caprichosa: no me gusta y menos cuando se trata de un conocido a amigo. Otra más difícil de confesar: me da vergüenza porque casi nunca coincido con los demás a la hora de ver e interpretar lo leído.

Lo más cercano, para mí, de Andalucía es la voz de mi madre, una gallega que canta como si naciera entre fandangos, sevillanas o colombianas, sobre todo colombianas (mi infancia es una emoción inexplicable y la boca abierta de los vecinos que dejaban sus quehaceres para oírla cantar, siempre a escondidas; cantaba a solas cuando creía que nadie la escuchaba). Aparte de esto, salvo la anécdota del librillo “Jean” (nombre de un papel de fumar que hasta que fui al colegio confundí siempre con Jaén), no sé mucho más.

Supongo que nadie entiende por qué digo todo esto, ni yo sabría explicarlo; tampoco es importante, si acaso una muestra de mí complicada manera de entender un texto. El caso, creo, es que viene a cuento, porque nada más entrar en Jaén comencé a presentir la proximidad del mar, lo digo con sinceridad y desde donde casi se oyen los embates del Atlántico, a pesar de que Google Earth diga lo contrario, Jaén tiene mar: “…un gigantesco mar de olivares”, leí al llegar al capítulo 3 en la página 33; la confirmación del presentimiento. Ahí me atrapó “La asesina de los ojos bondadosos”, a partir de ahí comencé a pensar. Sé que no es lo correcto, pero es lo que me ocurre; inevitablemente, ante las emociones la mente discurre y se pierde en elucubraciones. Pero no es en balde, nada de eso, al contrario, porque cuando consigue hilar un pensamiento satisfactorio me emociono como un niño. Después, al continuar con la lectura, tras las palabras “Somos de donde nacemos”, descubrí algo que venía intuyendo, mejor dicho, que la autora me incitaba a intuir: “…los olivos eran árboles fuertes, duros y acostumbrados a sufrir, apegados a los suyos”, “...resucitaban al ser cortados por el tronco y la única forma de matarlos era arrancarlos de raíz”. También puedo decir que me recordó a Kapuscinski, un autor al que tengo entre los preferidos, pero lo verdaderamente importante ha sido su lectura, un tipo de lectura de la que me aparto como del hierro candente. No porque me disguste, al contrario, me falta valor para sentirla y por eso la pienso, prefiero pensarla, encontrarle las reflexiones que nos eviten los sufrimientos y los vientos de Levante.

A pesar de los deseos de visitar Jaén que me dejas; bikiños, Felisa.


17 comentarios:

TitoCarlos dijo...

Hace tiempo que dejé de comprar novelas; solo leo las que me prestan determinadas personas que saben como pienso. La razón es que la mayoría de las novelas modernas no me sorprenden; su desarrollo y su final son previsibles y si no tienen otra cosa que ofrecer que una trama manida con personajes que se intuyen y aciertas, pues me parece una pérdida de tiempo. Leo ensayos, historia sin novelar, cuentos matemáticos y divulgación científica.
Conozco a Felisa sólo por el blog, me gusta su lectura, y un día puso el comienzo de 'la asesina'. Y tuve que comprarlo y leerlo. Por fin algo que me sorprende, y no era por la trama ni por el resultado. Hacer crítica del libro por la trama sería una simpleza, pues es sólo el soporte de todo lo demás. Cada personaje, por muy pequeño que sea, es una narración breve sobre una vida vista desde su interior; y esta fue mi sorpresa.
Me pareció fantástico.

Lupe dijo...

Buenos días Xose.

Sólo unas letras para decirte que celebro leerte. Aunque es cierto que se te echó de menos en el Sábado de Mercedes, se entiende perfectamente el motivo de tu ausencia. Como muy bien dices, hay temas que no se pueden negociar.

Mi lectura de la Asesina de los ojos bondadosos acaba de comenzar. Espero opinar sobre el mismo en pocos días.

Sólo añadirte que me ha encantado leer lo de los cantos de tu madre. Es uno de los recuerdos más gratos que guardo de mi infancia. Cada mediodía, cuando volvía del colegio y comenzaba a subir la escalera hacia mi casa, desde el patio, ya escuchaba a mi madre cantar. Era una gozada.

"Por el humo se sabe dónde está el fuego, del humo del cariño, nacen los celos..." Esta era una de las que más cantaba. Parece hasta que la escucho de nuevo.

Gracias por el recuerdo, Xose.

Un abrazo.

Maat

fonsilleda dijo...

Xosé, es una lástima que no nos comuniques más a menudo, a pesar de que no te guste hacerlo, lo que sientes al leer.
(Fermoso o da túa nai)
Si el libro de Felisa ha despertado en tí esas palabras, si ha conseguido que las derrames y la pongas, una tras otra, de la forma y manera que lo has hecho, es suficiente mérito para ella.
Para tí quedaría el que ya conozco, el de dejarme, como lectora, pegada a tus letras y pensando: "quien me diera..."
Y, por último, nada importa que no coincidas (o yo, o cualquiera) con lo que piense la mayoría tras una lectura. Creo que cada uno nos reflejamos en lo que leemos y, por lo tanto, para cada uno será algo distinto. Y así debe ser, creo yo.
Es lo magnífico de la lectura, que siempre puede haber una mirada distinta, incluso, o sobre todo, a la del propio autor.
Respecto a ese mar, el de Jaen, así me lo dejó dicho, hace ya tiempo, Felisa en mi blog.
Bicos.

≈♦ Mi Sentir ♦≈ dijo...

Que lindo poder leerte hoy, aveces el tiempo nos gana y no podemos hacer todo l oque deseamos, una bella entrada, siempre leer nos llena el alma, te dejo un gran abrazo y mis deseos de que todo siga bien en tu vida un beso amigo y hasta prontito.

Felisa Moreno dijo...

Gracias XoseAntón, por dedicarle un comentario tan hermoso a mi novela. Confieso que lo he leído dos veces, confieso que me suele pasar con tus textos, en una segunda lectura les encuentro el verdadero sentido.

Me ha gustado sobre todo que hayas señalado el párrafo donde describo los olivos, es uno de mis favoritos. Los olivos son realmente así, los he visto aniquilados por una helada y en la primavera siguiente volver a resurgir. Sus raices son profundas, como el amor a mi tierra, aunque a veces tienes que crecer para darte cuenta de ello. Y para crecer, muchas veces hay que sufrir.

Ah, si te apetece venir por Jaén, ya sabes donde tienes tu casa.

Un beso
Felisa

Felisa Moreno dijo...

Ah, lo olvidaba, gracias TitoCarlos, ya sabes que nunca olvidaré que eres mi primer comprador virtual.

Un beso

XoseAntón dijo...

Por lo que dices, Tito, no te imaginas cuánto coincidimos en las lecturas.

Maat, según cuentas compartimos unas experiencias de infancia parecidas. La mía, la muy condenada, me hacía llorar con "...encima de una tumba un pobre niño lloraba, levántate madre mía, tengo frío y tengo hambre..." Claro que como cantaba cuando creía estar sola, no se enteraba de mis lágrimas.

Tienes razón en lo que dices, fonsilleda, cada lector reescribe de nuevo el libro; pero en mi caso, a veces me siento tan lejos y con tantas carencias, que ante la soltura de los demás me crea bastante inseguridad.

Gracias, amiga Estrellita, es un enorme placer, tanto tu presencia, como tus versos.

No te preocupes, Felisa, si consigues entenderme a la segunda es un verdadero logro; no te imaginas lo que me cuesta a mí. En la mayoría de las ocasiones, releo y releo y ni aún así consigo entenderme ;)

Bikiños

Anónimo dijo...

Xosé, tendría que adquirir ese libro. Gracias por tu comentario, los dos blogs son mios, no te preocupes por no tenerlo en blog, cada uno sabe que es lo que hace con los premios.
Saludos.

Anónimo dijo...

Este sí que es un verdadero comentario de texto.

besos.

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

Qué bonito detalle le has hecho a Felisa, y mira lo contenta que se ha puesto. Eres un tio grande!

Saludos,
Juanma

Tétis dijo...

Xosé

É sempre um prazer ler um texto teu, seja nas tuas participações nos "Sábados de Mercedes", seja a comentar um livro de uma amiga (como é o caso), seja apenas quando colocas um comentário nalgum blog amigo.

Escreves "com alma", com uma riqueza de expressão fabulosa e duma forma agradável que todos entendem.

Sempre aguardo ansiosa pelos sábados para aqui vir ler os teus escritos.

Bikiños

Susana dijo...

Hola Xosé. He leído tu comentario sobre la novela de nuestra compañera Felisa y he de decirte que no puedo estar más de acuerdo contigo. A mí me pareció deliciosa su lectura, y como le dije a Felisa cuando terminé de leerla, traté por todos los medios, sin lograrlo, que me durara más de un par de días.

Por cierto Xose. No te sientas culpale por no poder dedicarle mucho más tiempo a tu blog. Así estamos la mayoría, no te creas. Yo llevo una temporada terrible, y sólo dispongo de muy poquito tiempo para pasar fugazmente por algunos blogs, e incluso no dejar huella. Qué le vamos a hacer... La cuestión es que sepamos que seguimos ahí siempre que nos es posible. No te agobies.

Un abrazo,

Susana

XoseAntón dijo...

Gracias, Julia, por comprender mi postura. Respecto al libro de Felisa, contacta con ella, además de darle una alegría, seguro encontráis la fórmula de que puedas adquirirlo.

Sincero, Estela, sin ningún tipo de duda. Muchas gracias.

Juanma, "detalles", ya tiene dos, junto con su marido, que son preciosos(no la líes ¡eh!); lo mío tan solo fue un placer compartido con todos los que lean su novela :))). En cuanto a la referencia respecto a la estatura, ¡ay!, amigo, me ha llegado al alma. Porque para llegar al 1´65 necesito calzarme; jajaja. Muchas gracias. De verdad, incluso a través de internet se nota tu esencia andaluza, no quiero imaginarme las juergas y las chanzas.

Tétis, eres un cielo, azul y lisboeta. Bikiños, qué más puedo decir...

Gracias, Susana, no te imaginas lo bien que me han hecho sentir tus palabras; porque, de verdad, se pasa mal.

Bikiños e apertas dulces como melindres

MarianGardi dijo...

Xose, yo también estoy leyendo la asesina, ya le dije a Felisa que he encontrado que no esta bien corregida, pero el estilo y la forma de relatar y el tema me parecen excelentes.
Bikiños

Nancy dijo...

He leído varios comentarios sobre la novela de Felisa. Todos ellos me hacen desear leerla. No me es suficiente con lo que publicó en su blog. En unos meses, una amiga irá del otro lado del charco, ya me contactaré con Felisa para ver cómo me agencio una Asesina.
Apapachos, bikiñero

Supermamá dijo...

Xose...
Con mis ausencias blogueras, me he perdido mucho de tus reflexiones y letras.
Rapidamente me pongo al día,,,, siempre un placer leerte.

Un fuerte abrazo

M.A dijo...

Hola, Xoxe:
Venía a dejarte mi más sincero pésame por esa pérdida familiar de la que me hablas en mi blog. Imagino cómo te habrás sentido esta semana. Asumir las pérdidas es cuestión de tiempo, porque nada más se puede hacer.
Aquí me tienes para lo que necesites.
Un abrazo grande.
Merce.