diciembre 13, 2008

Vicente, un lobo muy decente

Una sonrisa para el fin de semana... y, ahora que vienen las fiestas, a descansar un poquito. Supongo que andaré por aquí, pero si no es así; felices fiestas a todos.


Soy Vicente, el lobo con el que se asusta la gente. Aaaauuuuuuuuu, aaauuuuuuu, soy un lobo muuuy maaaalo. Mentira, es mentira. Yo no me he comido a la abuela de Caperucita. Era una anciana, enferma y encamada, que dejaron sola al otro lado del bosque; un menú nada apetecible. Tampoco me he comido a Caperucita, a pesar de lo rica y tierna que estaba. Porque ¿a qué niña permiten cruzar el bosque sin ir acompañada? Que yo sepa, a ninguna. Además, muy pocas niñas son tan inocentes como para quedarse a charlar amistosamente con el lobo. Si fuese así, me pondría morado. La fanfarronada del leñador no la superan los cazadores ni los pescadores, por exagerados que parezcan. Anda que, atreverse a decir que sacó a la abuela y la nieta de mi barriga, después de habérmelas zampado, y encima, vivas y con ganas de contarlo. Mentira, una colosal mentira.


Ese soy yo, Vicente, el lobo con el que se asusta al inocente. Aaaaauuuuuuuu, aaauuuuuuuuuuu... ¡Qué mieeeeeedo! Mentira, mentira podrida. Y si no, vean: que los cerditos son vagos y no quieren trabajar, ¿para qué está el lobo Vicente? Mi capacidad pulmonar no tiene límites; a su lado, el huracán es una simple brisa. Levanto las casas como si fuesen plumas. Aunque, por desgracia, debo de ser bastante patoso, porque no ser capaz de correr más que un cerdito... ¿Dije uno?, perdón, eran tres: dos vagos y uno que trabajaba. De verdad, soy la vergüenza de todos los lobos. Lo de saltar por la chimenea, eso ni los cerditos lo sueñan, por muy asustados que estén. Mentira, cochina mentira.


Sí señor, soy Vicente, ese lobo feo y maloliente. Aaaaauuuuuuuu, aaauuuuuuuuuuu... ¡Qué asco de lobo dios mío! Mentira, sucia mentira. En cuanto a lo de los cabritillos, eran siete ¿no?; y su mamá cabra, ¡huummm! menudo banquete. Qué pena que no fuese cierto ¿verdad? Pero ¿quién se imagina que los cabritillos van a estar viviendo a todo lujo?, ¿y que su mamá cabra salga de compras como una típica ama de casa? Yo no, desde luego. Bastante me costó mirar en el establo y en los pastos que hay cerca del monte. ¡Cuánto miedo pasé! Menos mal que los perros son primos, porque de amigos no tienen ni el nombre. Total, para nada; estos cabritillos viven a cuerpo de rey. Tanto que ya me parece que pasan de cabritos. Mentira, todo mentira.


Pobre Vicente, el lobo que ya no da miedo ni enseñando los dientes. Aaaauuuuuuuu, aaaaauuuuuu... —¿Tienes sueño, Vicente? —me pregunta la luna—. No, no. No tengo sueño. ¡Uuuuuyyyy, cuánta gente haaay! Y la verdad, había más personas que ovejas. ¡Ay! Pedrín, Pedrín... Bromista el niño, ¡eh! Las veces que engañó a todo el pueblo con sus gritos de socorro: ¡que viene el lobo!, ¡que viene el lobo! Mentira, vil mentira. Sin duda, es al niño a quien había que comer ¿o no? El jovencito se pasó lo suyo, pero quién se atreve a acercarse a él con semejante batida a su alrededor. La gente yendo y viniendo, monte arriba y monte abajo y, supongo, que un enfado padre. Yo, ni de broma. Mentiras, no son más que mentiras.


Ya ven, ese soy yo: Vicente, el lobo al que no ha parado de darle palos la gente. Aaaaaayyyyyyyy, aaaaayyyyyyyyy, que ya no como ni frío ni caliente.


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9 comentarios:

Per anar fent gana dijo...

hola vaya con vicente!!,NO DÁ MIEDO
yo tengo un personaje el cual si dá un poco de miedo,la familia siempre anda liada on la tya lory
como veo que te gusta la escritura,podrias ayudarme a escribir este betseller que quiero escribir en mi blog interactivo
tu me cuentas yo invento.
estuviste en mi luna.
ahora te invito a la americas de los años 40.

http://lascosasdemeggan.blogspot.com/
me sigues?,pobre meggan se le acaban las ideas
un saludo

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Muy buena versión de los típicos cuentos de lobos. Ésta tiene la pinta de ser más cierta que las otras.
Felicidades por tu relato.

Flipo en octarino dijo...

Los cuentos cambian Vicente!! Quién no ha dicho alguna vez eso de: Como ha cambiado el cuento!!??? Me parece que ya quedan pocos lobos inocentes ;-)

Bicos,

XoseAntón dijo...

Gracias, meg; subiré al blog y después de las fiestas, intentaré aportar algo, a ver si puedo participar...

Existen muchos tipos de lobos, Carmen; no sé que decirte. :) Supongo que éste, por no ir tan disfrazado la tiene más cruda.

Tienes razón, Flipo, inocentes ya quedan pocos, incluso en los cuentos. :)

Anónimo dijo...

Un relato muy original, aunque me parece a mi que ese lobo se justifica mucho ¿no?.
Los lobos de hoy en día, no suelen ser decentes, Vicente!jajaja

He disfrutado mucho leyéndote

Un cálido abrazo

XoseAntón dijo...

Ahora que lo dices, sí rezuma un algo de exceso, jajaja

Supongo que dependerá en la forma en que nos devoren, Brisa67; algunos habrá que será un placer dejarse comer por ellos. :)

Bikiños

Paco dijo...

Ese lobo vicente era un simil de lobo el pobre.

El cuento divertido Xose.
Y aprovecho para desearte unas felices fiestas aunque lo haré en mi blog para todos los que me visitais.

Un abrazo

XoseAntón dijo...

Yo creía que iba a estar unos días lejos, ya dejé los buenos deseos; pero afortunadamente, seguiré por aquí e intentaré subir una postal o algo así para esos días.

Felicies Fiestas y que te recuperes pronto.

Saludos

lys dijo...

El lobo es un animal mítico y ha sido aprovechado por el hombre para plasmar nuestros propios instintos devoradores.

Buen repaso a los cuentos de hombres usando lobos.

Un placer leerte de verdad.

Te dejo un beso.