
Entre víasOjalá no oiga mi mujer lo que voy a decir, porque no me deja salir más de casa. Todos guardamos en la intimidad de nuestras propias tienieblas alguna que otra fantasía que, con seguridad, jamás lograremos convertirla en real. Al hablar de fantasía, sí, a esas me refiero, sí; no hay equívoco...